Favàritx

Hablar de Menorca es hablar de Favàritx.

Hace años que visito esta isla y fotografío este famoso y visitado faro. El gran contraste paisajístico costero de Menorca es motivo suficiente para enamorarse de Favàritx: kilómetros de playas de arena blanca y aguas turquesas recorren el litoral y de repente, en este punto de la costa, suelos de pizarra negra puntiaguda y resbaladiza, mar embravecido y un ambiente más propio del atlántico que del tranquilo Mediterráneo.

Siempre he fotografiado este faro incluyendo los elementos que lo rodean y como es costumbre, dando más protagonismo al mar y las olas. Pero esta vez buscaba algo diferente…

Tuve la gran suerte de viajar a Menorca la primera semana de julio. Un inicio de mes (por suerte) poco caluroso y veraniego donde los frentes desgastados de la Península cubrieron la isla durante muchos días. Como es costumbre, el ojo del fotógrafo jamás descansa y desde primera hora de la mañana iba estudiando el cielo buscando unas nubes atractivas y, a poder ser, dramáticas para vestir el entorno de Favàritx. Tres días tuve que esperar hasta que se dieron las condiciones esperadas.

Últimas luces, cielo cargado de nubes y a esperar esa mezcla de tonalidades y dominantes azuladas para componer la imagen. Objetivo gran angular para remarcar las líneas del suelo y degradado de dos pasos para igualar las luces de la escena, dejando el faro a un lado y acompañando los preciosos suelos de pizarra hasta el Mediterráneo.