Uno de mis mejores recuerdos fotográficos y una de mis imágenes preferidas, es sin duda, esta fotografía de las Tre Cime Di Lavaredo en las Dolomitas.
Después de un potente sprint desde el refugio hasta esta maravillosa curva, me encontré con la última luz de una tarde de verano, que por suerte, la meteorología me regaló.
En esa época todavía disparaba en diapositiva y digital, así que imaginaros el momento de stress, cansancio y nervios para inmortalizar este momento de luz fugaz en los dos formatos.
También tuve la suerte de que en el momento que fotografiaba las Tre Cime había una persona andando por la ladera izquierda que me sirvió para dar escala y dimensión al paisaje.
Una de esas imágenes clásicas que todos quisiéramos tener.El detalle de la persona, muy bueno… cuando la descubres las dimensiones de esas paredes te dan una buena bofetada, jeje.¿con los dos formatos?? jaaaaaaaaaa!, suerte que yo en esos años de transición pasaba bastante de la fotografía, jeje. Salut!
Hola Antonio,Sí, iba con los dos formatos y de hecho, tiraba más diapo que digital. Ahora las cosas han cambiado y parece una idea impensable ;)Gracias por pasar!
Un lloc del que tinc ganes de visitar!Genial la llum i la perspectiva qu li dona la persona.
Una toma tremenda, ese lugar y algunos otros de Las Dolomitas, son espectaculares y si encima pillas este momento de luz y tienes un «modelo» en el punto exacto ya no te digo.Para estar orgulloso Jep!Salut!
Un dels indrets més espectaculars de muntanya que he vist, quines ganes de tornar-hi.Quin gran moment vas viure, l’has reflectit totalmenten a l’imatge.Salut!!
Un lugar que impacta,por la dimensión de su formación rocosa y el detalle de la persona, buena toma.Verlo in situ debe de ser impresionante.Saludos.
Coincidir en el lloc i el moment de llum és impagable, són aquelles recompenses de la nostra afició. L’escala amb la figura les fa més imponents.